“La idea de fundar LIA Aerospace surgió con mi socio, Federico Brito, después de haber trabajado en proyectos previos relacionados a temas del espacio. Somos muy fanáticos del tema, por eso quisimos fundar una empresa que pudiera ofrecer un servicio de logística espacial. Encontramos un vehículo que nos permite trabajar de forma profesional, levantar inversión y manejar recursos para llevar adelante el proyecto”
explicó Dan Etenberg, fundador de una startup argentina que vuelta alto. Tweet
– ¿En qué se diferencia su empresa de las existentes?
–La diferenciación se basa en una serie de conceptos que van en conjunto. En primer lugar, en tener un vehículo, un lanzador de satélites pequeño con un esquema de lanzamiento flexible. Para que el cliente pueda decidir cuándo y cómo quiere su carga y no tener que esperar para acoplarse a un gran lanzador. Además, sabemos que en cinco o diez años todos los cohetes que no sean parcialmente reutilizables van a ser muy costosos y van a quedar fuera del mercado. Por eso apostamos a la reutilización para bajar los costos y subir la frecuencia de lanzamiento. Por otro lado, utilizamos un combustible que además de ser más económico y ayudar a bajar los costos operativos y logísticos tiene una huella de carbono del 60% menos que la competencia. Todo este conjunto de cosas nos permitirá en el futuro trabajar en un esquema de costos bajos para el lanzamiento y en un esquema de seguridad respecto del impacto medioambiental. Sabemos que en algunos años comenzarán las multas y prohibiciones al uso de determinados combustibles que impacten negativamente en nuestro planeta.
– ¿Cómo conocieron a CVA?
-A CVA lo conocimientos a partir de un amigo nuestro. Felipe Garrido, responsable de realización de Contenidos Digitales en Ministerio de Desarrollo Productivo, fue quien hizo el video de Control Vehicular Argentino para el organismo en el que se desempeña y quien nos habló de Constantino Abella, presidente de la firma. Dijo que era una persona muy especial, con mucho talento, con mucha pasión y con ganas de hacer cosas que generen impacto. Nos pusimos en contacto y así fue que empezamos a hacer trabajos en conjunto a partir de este contacto.
– ¿Por qué se inclinaron por CVA para la fabricación de piezas para el soporte del motor de propulsión de sus cohetes?
– Tomamos la decisión por varios factores. En primer lugar, porque tienen mano de obra altamente calificada, porque poseen máquinas y herramientas capaces de fabricar los componentes que necesitamos, por la cercanía y particularmente por la buena llegada que tenemos con Tino.
– ¿Qué piezas le solicitaron a CVA?
– Solicitamos el soporte del motor de vuelo, digamos que es lo que absorbe todo el empuje del motor del cohete y lo transmite al vehículo. También los patines, que son unas piezas de acero que hacen que el cohete salga guiado por un riel a alta velocidad. Se trata de un control pasivo, aunque tiene unas aletas que lo mantienen yendo en una dirección. Para que el cohete salga derecho hay un riel de doce metros y los patines encajan en éste y aseguran que el cohete acelere estos primeros doce metros de forma segura y controlada.
– ¿Cómo viene siendo la experiencia con la empresa?
-La experiencia viene siendo muy buena, muy ágil. Las piezas de soporte de motor que fabricaron estuvieron dentro de las tolerancias del equipo así que fue una grata noticia.
– En su momento recibieron una recomendación de la empresa por parte de un amigo. ¿Harían lo mismo con alguien que estuviera buscando un proveedor?
– El trabajo en conjunto que estamos encarando resulta muy satisfactorio. Obviamente es recomendable porque hay un gran nivel de profesionalismo en la empresa que permite trabajar con colegas y no con lo que podría ser un taller. Se nota que hay ingeniería detrás, así como gente pensante que trabaja de manera muy prolija y ordenada.
– ¿Qué consejo le darías a un emprendedor que tiene una idea disruptiva, incluso revolucionaria, pero muy difícil de llevar adelante?
– Es difícil de responder y es completamente subjetivo. En general, si algo está bueno para hacer y es disruptivo y va a ser un cambio para la humanidad o el mercado obviamente que no será fácil. Sino cualquiera lo hubiese hecho. Si la idea es muy difícil de llevar a cabo, pero cree que vale la pena es cuestión de intentarlo, intentarlo y volver a intentarlo. Seguir hasta alcanzarlo o hasta que haya una razón real y concreta para dejar de hacerlo. Si te gusta, te apasiona y estás seguro de que puede funcionar – teniendo los pies sobre la tierra y sabiendo que hay un mercado detrás – hay que darle a fondo hasta que salga. O hasta que se pueda.